Nuestro Ayuntamiento pasa de un “déficit oculto” de 1,6 Millones de € a un superávit de 2,1 Millones de €. En un año y medio.¿Buena gestión? ¿Arte de magia?

A los que seguimos con cierta continuidad los presupuestos y la contabilidad del Ayuntamiento de Sant Feliu de Llobregat, no nos sorprenden estas evoluciones tan drásticas y repentinas, pues los medios para hacer “ingenierías financieras” son fáciles desde los poderes absolutistas.

 Hace diez años, el Equipo de Gobierno de turno (PSC+ CiU) se sacó de la chistera el “agujero económico” que había recibido del Equipo de Gobierno anterior de ICV. Informaron que la situación económica del Ayuntamiento era desastrosa, y que les tocaba aplicar medidas correctoras enérgicas para superar los desequilibrios económicos que existían. Al poco tiempo aparecieron cobros pendientes de la urbanización de Can Bertrán y desapareció  la caótica situación económica que tanto habían criticado.

Hace dos años, el  Equipo de Gobierno  actual (ICV + CiU) informaba que se había encontrado con un “déficit oculto”que le llevaba a tener que presentar un Plan de Saneamiento ante el riesgo de que las cuentas del Ayuntamiento fueran intervenidas por la Administración del Estado. Al poco tiempo aparecieron ingresos atrasados y resulta que han cerrado  el ejercicio de 2012 con un gran superávit. Han liquidado el Plan de Saneamiento y hasta han reducido la deuda pendiente.

Los datos económicos de las dos situaciones descritas, con ser muy importantes, son poco significativas. La significación, desde mi punto de vista, hay que buscarla en el denominador común de las dos situaciones. ¿Quién dirigía y quién dirige el estado de cuentas y el manejo económico en el Ayuntamiento? La respuesta es sencilla y determinante: los cargos técnicos de confianza política, que antes y ahora continúan dirigiendo el departamento económico.

Un análisis más completo de la situación exige recordar que CiU formó parte del Equipo anterior,el que criticó el “agujero económico” y forma parte de este Equipo, y criticó también el “déficit oculto”. En el primer caso, se sumó al carro por coincidencia o oportunismo político, pero en este segundo, el del “déficit oculto”, es corresponsable directa en tanto que autora de los hechos. ¿Alguien desde el poder le ha pedido alguna  responsabilidad a CiU? 

Hace diez años, como hace dos años, una AUDITORÍA INDEPENDIENTE habría permitido conocer de forma pública y real la situación, también las recomendaciones futuras. Pero los políticos de turno no partían de esos intereses, aunque en el  caso actual había compromisos electorales. En ambas situaciones prefirieron  seguir la ruta preestablecida por los cargos de confianza política, consistente en el siguiente diseño de las tres fases:

PRIMERA. Todas las responsabilidades son políticas, nunca  técnicas, y del Equipo de Gobierno anterior que habiendo dispuesto de muchos recursos económicos no han sido bien gestionados, y el Equipo de Gobierno actual no puede llevar a cabo sus propuestas por el “agujero económico” o por el “déficit oculto” encontrado.

SEGUNDA.  A los dos años de mandato, la buena gestión realizada por el nuevo Equipo de Gobierno hace que la situación económica esté totalmente solucionada, lo que permitirá llevar a cabo la mayoría de compromisos electorales. La propaganda positiva aparece por todas partes. “Hay que generar un estado de ánimo en la ciudadanía posibilista”. “el equipo de gobierno y el departamento económico han hecho una tarea excelente”… La campaña propagandística está servida para que la vendan los responsables políticos.

TERCERA.  Como la campaña de propaganda no termina de hacer mella en la ciudadanía, porque no es creíble, el Equipo de Gobierno anterior recurrió a la propaganda-publicidad. Y este Equipo de Gobierno ya la ha empezado: informando de la situación económica a través de la propaganda-publicidad; asumiendo procesos de participación casi para todo sobre obras o realizaciones previstas para después del año 2015 sin saber con que recursos económicos contará; repetir una y mil veces el cumplimiento del programa; repetir una y mil veces la participación ciudadana; repetir una y mil veces la política social y el interés por las personas, etc.

Hay dos  variables muy significativas de la situación de hace diez años a la de ahora: 

La primera es que hace diez años los cargos de confianza trabajaban para el grupo municipal del Alcalde del PSC, y ahora trabajan para el grupo municipal de CiU, no para el Alcalde (de ICV), aunque es él quien les mantiene en sus puestos de trabajo.

La segunda es que, hace diez años, CiU decidía muy poco en la política municipal, el seguidismo al Alcalde era casi total. En este mandato, CiU, y ellos mismos lo escriben  abiertamente en El Butlletí,“son los protagonistas de la política municipal” y el Alcalde, al no dirigir y controlar la organización interna del Ayuntamiento, no puede cumplir sus propios compromisos.

En esta situación, quien tiene la baraja para ganar los efectos favorables de la propaganda-publicidad es grupo municipal de CiU. Y el que tiene la baraja para perder es el grupo municipal de ICV, con el Alcalde en primera persona, que no percibirá efectos positivos de la propaganda-publicidad y tendrá los negativos del poder. Un ejemplo muy significativo es el de la campaña del IBI: CiU diseña y define, el Alcalde hace de  cabeza de turco ante la Comisión Ciudadana y por extensión ante la ciudadanía.

Silvestre Gilaberte.